¿Es posible enseñar a caminar antes de tiempo?

Pero detrás de todo eso, el poder de caminar y estar de pie sobre las piernas implica un profundo desarrollo resultante de diversos elementos:

• Cerebelo: A la edad de seis meses el cerebelo se desarrolla rápidamente y continúa este rápido desarrollo hasta que el niño tiene 14-15 meses aproximadamente. De este desarrollo depende la posibilidad de estar erguido sobre las piernas y de andar.
• Realización de algunos nervios: Si no se completaran los nervios espinales a través de los cuales debe pasar la orden directa hacia los músculos, esta orden no podría pasar; al completarse estos nervios durante este período, el músculo puede moverse.
• Desarrollo del esqueleto: Al nacer, las piernas del niño no están completamente osificadas. En parte son cartilaginosas y, por tanto, todavía son blandas. ¿Cómo podría soportar el peso del cuerpo en estas condiciones?
  Por consiguiente, antes de que el niño pueda empezar a andar debe terminarse el esqueleto.
• Los huesos del cráneo: Al nacer no se hallaban soldados, solo ahora se completan, de modo que si el niño cae no corre el peligro de dañarse el cerebro.

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Después de saber esto, ¿crees que podemos enseñar a caminar antes de tiempo?

Del mismo modo, si intentáramos detener al niño cuando ha empezado a andar, no conseguiríamos nada, porque cuando un órgano se ha desarrollado debe entrar en uso.

Apenas el órgano se halla completo, inmediatamente debe entrar en función en el ambiente. Estas funciones se llaman experiencias sobre el ambiente. Si estas experiencias no tienen lugar, el órgano no se desarrolla normalmente, porque el órgano que antes se hallaba incompleto debe ser utilizado para alcanzar su pleno desarrollo.

¿Qué debemos hacer?

Por lo tanto, lo que debemos hacer es proporcionar al niño un ambiente que le permita desarrollar las funciones que tiene asignadas por la naturaleza. Permitirle que el desarrollo se efectúe por medio de experiencias en el ambiente.

Cómo proporcionamos ese ambiente:

• Revisar todos los espacios donde el niño vaya a estar para que no corra ningún riesgo. Gatear por la casa a la misma altura del niño es la mejor forma de detectar y eliminar posibles riesgos.
• Proporcionar un espacio para moverse y desplazarse libremente. Podemos poner un tapete de foamy o una alfombra en el suelo, de forma que si el niño se cae no se golpee duro.
• Podemos también poner o situar objetos que faciliten que el niño se pueda parar por sí solo y se pueda desplazar teniéndose de ellos, por ejemplo mesas pesadas de apoyo, sofás, barras pegadas a la pared al estilo Montessori.

Referencia:
Montessori M. (2020). La mente absorbente del niño Serie Montessori Volumen 1 (Spanish Edition) Capítulo 8. La conquista de la independencia. [E-reader version].